Los británicos están llegando y van al gloryhole. Kerry Louise y sus enormes mamas han volado sobre el charco para probar la cultura americana. Kerry no se acobarda ante nada y eso incluye la posibilidad de hacer algo fuera de lo común. Una búsqueda en Internet y un rumor le han informado a Kerry de un baño público donde las cosas no son tan normales como parecen. Kerry, siempre curiosa, tuvo que comprobarlo y lo que encontró fue que los baños públicos americanos son sucios, asquerosos y extremadamente pervertidos. Las paredes pintadas de graffiti y el hedor pútrido le dicen a Kerry que este lugar no ha visto un trapeador desde los años de Clinton. Sin embargo, aprovecha la oportunidad para quitarse la ropa y mostrar un cuerpo hecho para follar. El ambiente cambia rápidamente cuando una polla negra anónima asoma por el agujero de la pared y Kerry Louise se transforma en una súper zorra de polla negra. Después de inspeccionar la polla negra anónima, Kerry la chupa e incluso la desliza entre esas increíbles tetas. La saliva de su boca le da brillo a esa polla negra y lentamente rezuma al suelo mientras ella se atraganta y se ahoga con la carne negra. Kerry levanta ese hermoso culo y continúa chupando el equivalente negro del Big Ben hasta que su coño dolorido decide que es hora de ser bombardeado como Londres. Kerry apoya ese culo contra la pared y cada centímetro de la polla negra anónima se abre camino hacia la caja del amor de Kerry. Las tetas gigantes de este cuerpo tonificado se sacuden, traquetean y ruedan mientras su botón del amor es violado por el hombre negro más afortunado de la Tierra. Kerry Louise nunca pensó mucho en el sexo interracial, pero el doblamiento de sus rodillas le dice que ha estado descuidando a su gatito. Kerry continúa cabalgando contra la pared hasta que sus bolas explotan dentro de su coño. Kerry tendrá que tener cuidado al volar de regreso a Inglaterra con un bebé negro creciendo en su útero.
