Adorar su propio cuerpo es una segunda naturaleza para la morena rusa Kalisy, una bombona total con un deseo sexual que está en un 11. Desde acariciar sus tetas perfectas y pellizcar sus pezones duros como rocas hasta llenar y follar su cremoso culo desnudo con un largo consolador de vidrio, ¡este número caliente se toma su tiempo para correrse!