El día de la colada suele ser bastante tranquilo. Para Kacey Quinn resultó ser uno de los días más salvajes que probablemente haya tenido en su vida. Justo cuando se toma un descanso para tomar un poco de agua, se da cuenta de que hay un intruso enmascarado al cerrar el frigorífico. Inmediatamente la agarra por el cuello y le exige saber dónde están las joyas. Ella no tiene ni idea, pero valora su vida y dice que HARÁ CUALQUIER COSA si no le hace daño. También va lentamente a buscar su polla. Este ladrón está teniendo un día de suerte. La sujeta por el estrangulamiento escaleras arriba y luego la arroja sobre la cama, donde procede a atarla. Una vez indefensa, la devasta como un auténtico salvaje y la folla con castigo por todos los aspectos de su cuerpo. La fuerza con la que tragó su semen al final fue magnífica.