Es raro que los estudiantes del Dr. Piper lo visiten en casa, pero hizo una excepción con su mejor alumna, Kacey Lane. Mientras le mostraba sus notas, Kacey echó un vistazo a su bulto y descubrió que su sed de conocimiento se transformaba en un deseo furioso de poner sus manos en su gran polla negra. Rod podía decir lo que ella quería, y le ofreció a la universidad que le pusiera su dura erección para que se la llevara a la boca. Después de hacerle una mamada descuidada, Kacey se inclinó contra las estanterías y abrió las mejillas para que Rod pudiera lamer su impecable culo. Luego la estiró con su polla, metiéndola de pie hasta que ella gimió de placer.