Jenny Wild es toda una profesional. Está vestida para impresionar mientras trae a Angelo Godshack para que firme algunos documentos. Cuando llega, Jenny no puede creer lo que ven sus ojos. Él es tan sexy que ella descubre que no puede mantener las manos quietas. Ella inventa una excusa para acercarse a él y, a partir de ahí, dejar un toque accidental. Cuando Angelo no la aleja, Jenny lleva las cosas un paso más allá. Con las palmas de las manos en el pecho de Angelo, Jenny lo empuja hacia atrás en la silla. Luego se sube a su regazo y cierra los labios con él. Sus caderas se mecen suavemente contra la erección de Angelo, preparándolos a ambos para el placer que está por venir. Al bajarse del regazo de Angelo, Jenny se arrodilla. Ella envuelve una mano alrededor de su rigidez para mantenerlo quieto, luego se inclina con la boca bien abierta. Este número caliente ofrece un BJ entusiasta. Desde lamer y chupar las bolas hasta un profundo deleite en la garganta, Jenny demuestra que es mágica con su boca mientras Angelo se pone de pie gradualmente para obtener un mejor ángulo para follar la cara de Jenny. A cambio de la diligente atención oral de Jenny, Angelo ofrece algo de la suya. Sentado en la silla, tira de Jenny encima de él para poder deslizar su lengua por su resbaladiza raja. Mientras Jenny mece las caderas y maúlla de placer, Angelo sigue trabajando para su placer. Acomoda a Jenny y le desabrocha la camisa para poder acariciar sus pechos a través del sujetador. Al mismo tiempo, Jenny ajusta sus caderas para deslizarse sobre el palo de mierda de Angelo. Montar esa gran polla es el aperitivo perfecto para Jenny, pero ahora que ha probado la D, este bombón cachondo lo quiere todo. Ella se acurruca en una bola mientras Angelo se eleva hacia su apretado calor. Luego se inclina hacia atrás y se frota las tetas y los pezones duros mientras Angelo frota su clítoris mientras continúa dándoselo. Eventualmente, Jenny se pone de rodillas para que Angelo pueda arrodillarse detrás de ella y dársela a lo perrito. La mesa en la que acaban de terminar de firmar sus papeles tiene la altura perfecta para fomentar el deleite de su cópula. Yendo duro y profundo, Angelo ordeña aún más gemidos de los labios dispuestos de Jenny. Se trasladan al sofá, con Jenny de lado y Angelo detrás de ella. Con una mano, Angelo levanta el muslo de Jenny en el aire para darle un amplio espacio para moverse. Él acepta esa oferta lasciva, y finalmente se arrodilla entre los muslos de Jenny para un mejor ángulo final. Cuando Jenny finalmente está saciada, Angelo se retira y deja que ella lo acaricie hasta que se vuelva loco por toda su cara para sellar su trato comercial.