Jenna Ross camina por su casa en ropa interior como si fuera la dueña del lugar. Su hermanastro siempre se da cuenta y guarda esas imágenes mentales para su banco de azotes. Además de eso, ella siempre lo toca y encuentra alguna manera de actuar coqueta a su alrededor. ¿Debería su hermanastro hacer algo con estas acciones? Decidió intentarlo un día en la ducha y, por supuesto, a Jenna le encantó. Le hizo una garganta profunda a su polla y su coño apretado fue embestido contra la puerta de la ducha. Luego, Jenna se tragó el semen de su hermanastro y se aseguró de que supiera que la próxima vez que la atrapara caminando en bragas, esa sería su señal para hacer el siguiente movimiento...