Hazel siempre ha sido una adolescente rebelde, pero su comportamiento está empezando a salirse de control. Es por eso que su padrastro Quinton no tiene más remedio que tomar medidas extremas para asegurarse de que ella comprenda la gravedad de sus acciones. Como ex militar, entiende el poder de cambio que puede traer un entrenamiento estricto, por lo que emplea todo su conocimiento y experiencia para someter a su desafiante hijastra a la disciplina. La inclina, le quita la ropa y le da fuertes azotes en el trasero. Sabe que el castigo tiene que ser severo, el único problema es que Hazel lo está disfrutando... mucho. Rápidamente se da cuenta de que necesita cambiar de estrategia, después de todo, las zorras requieren un enfoque diferente. Comienza a tocarle el pequeño coño con los dedos mientras sigue azotando su trasero más fuerte que nunca, haciendo que su pequeña hijastra se corra muy fuerte, dejándola aturdida... tal vez ahora tenga otras cosas en las que pensar. Por supuesto, siendo la pequeña zorra traviesa que es, sigue haciendo cosas malas solo para que papi la castigue aún más fuerte. Así que la próxima vez, ella se pone de rodillas voluntariamente y se mete la polla en la boca, chupándola lentamente y descuidadamente hasta que él la agarra del pelo y le folla la garganta como ella siempre quiso. ¡Ponerle dura su gran polla para poder destrozar su pequeño coño sin descanso hasta correrse por toda su boca!
