El sermón de hoy llega poco después de la Convención Nacional Republicana. El diablo blanco va a intentar echar a otra familia negra a la calle, y no estamos de acuerdo. Vamos a invitar a Giselle Leon para que nos libere de la presión que el "Hombre" nos ha estado ejerciendo durante más de cuatro siglos. Sé que os enfada mucho que esta blanca blanca ande por las calles sin apenas nada que cubra su cuerpo fumante. ¿Os daría un paro cardíaco si supierais que se dirige a satisfacer oralmente a toda la congregación negra? Por supuesto que sí. Giselle Leon recorrió la fila y nos preparó a todos burlándose de todos y cada uno de los militantes negros de la sala. La chica blanca cachonda exigió que sacáramos nuestras grandes pollas negras y la golpeáramos con ellas casi de la misma manera que los cerdos golpearon a Rodney King. Sin embargo, nos turnamos para meterle nuestras enormes pollas negras en la garganta hasta que sonó la campana de la cena para su coño blanco. Uno por uno, todos nos pusimos en fila y preparamos nuestras pollas negras para ese objetivo que se estaba poniendo más cremoso a cada segundo. Al igual que el Departamento de Policía de Los Ángeles hace con nosotros, la teníamos completamente rodeada y la cogimos hasta casi someterla. ¡Puedo decirles, chicos blancos, que esta coñita blanca estaba... fuera... de control! Lo siguiente que quedaba por hacer era rociarla con hasta la última gota de semen de toda la congregación.