Otra semana, otra criada. Gia Vendetti es una chica universitaria que intenta ganar algo de dinero extra y simplemente le hice una oferta que no pudo rechazar. Sus leggings son tan ajustados que podía ver su trasero regordete y cuando vi a Gia agacharse supe que quería más. La convencí de que se quitara los pantalones y luego el resto. Su cuerpo era tan tentador que no pude evitar empezar a masturbarme y una vez que lo vio no me costó mucho convencerla. Me chupó la polla como si fuera su matrícula y luego pulvericé su coño hasta que sus ojos se pusieron en blanco. Disparé una gran carga en su cara y luego le dije que limpiara la casa. Ella es la criada después de todo.