EspañolUn día normal en Budapest para Fetish Liza. Saca a pasear a su patética mascota sexual y expone sus alegres tetas a los turistas que pasan. A Liza le encanta desnudar la humanidad de su sumisa inclinándola para que el público pueda ver la cola metida en su culo. Fetish Liza arrastra a su esclava humillada a un bistró donde alimenta a su mascota con toda la polla, el coño y el semen que los clientes tenían para dar. El menú de la mascota sexual de hoy consiste en castigo corporal como aperitivo, doble penetración como plato principal y una enorme boca llena de semen como postre. Este fue un almuerzo que la multitud desprevenida nunca olvidará.