Vestida con una camisa holgada y transparente y bragas blancas de encaje, Evelina está lista para quedarse a pasar la noche y disfrutar de un verdadero placer personal. Sus manos recorren su pequeño cuerpo sobre su ropa mientras disfruta de la sensación de las diferentes telas que lleva puestas deslizándose sobre su piel. Pronto, sin embargo, su ropa se interpone en el camino. Deslizándose la camisa sobre la cabeza y luego inclinándose hacia adelante para empujar su delicioso culo en el aire y deslizar sus bragas por sus largas piernas, Evelina se sube a la mesa de vidrio y se pone cómoda mientras su mano se sumerge en el valle entre sus piernas. No pierde el tiempo con los juegos previos, sino que acaricia su clítoris rápida y duramente y luego desliza un dedo por su raja y lo empuja profundamente en su cálido agujero. A pesar de que tuvo un comienzo rápido, este número caliente ya está mojado y listo, como lo demuestra la facilidad con la que su dedo se desliza hacia adentro y hacia afuera mientras se lo mete a sí misma. Mientras sigue bombeando con la espalda arqueada de placer, Evelina levanta su otra mano para acariciar su gran pecho y apretarlo en un duro masaje que mantiene el ritmo con sus ocupados dedos. Después de unos minutos, levanta una pierna en el aire para abrir su coño afeitado y obtener una penetración más profunda. Su mano está perfectamente posicionada para que su pulgar frote su clítoris córneo mientras se folla con el dedo. Rodando sobre sus manos y rodillas para que sus pechos cuelguen y se muevan con cada movimiento que hace, Evelina se penetra por detrás para dar unas cuantas embestidas rápidas y profundas. Su teta comienza a temblar alrededor de sus dedos, y sabe que está a punto de correrse como loca en cualquier momento. Finalmente, con los músculos aún contrayéndose por su increíble orgasmo, Evelina se sienta sobre su trasero sobre la mesa e inclina la cabeza hacia atrás para disfrutar de las últimas réplicas placenteras.