Clemence Audiard tiene una fantasía que tanto desea cumplir. Después de contárselo a su marido, la belleza pelirroja llega a casa para ver el montaje sorpresa de Kristof Cale. El hombre está vestido de masajista, esperando a que Clemence le dé un masaje. Él ayuda a la bombona de tetas pequeñas a quitarse el mono azul y los tacones altos antes de darle un masaje. Kristof luego comienza a lamer su coño afeitado y luego le permite realizar una combinación de mamada y paja en su polla palpitante. Cuando ambos están calientes y listos, la pareja procede a follar en misionero, pronebone, vaquera inversa y cuchara. La traviesa dama no puede evitar temblar al llegar a su orgasmo. Clemence entonces acepta la gruesa carga que el hombre le echa en la boca.