Cuando llega el momento de desvestirse y disfrutar de su propio cuerpo, Brill Angel ni siquiera comienza a dudar. Tira su ropa al suelo y se pone a trabajar en su propio cuerpo con sus talentosos dedos. Está tan preparada para pasar un buen rato que no pasa mucho tiempo antes de que su cremoso cooch gotee de necesidad.