Barbie Rous estaba pasando el rato en medio de una ciudad española cuando se encontró con Potro de Bilbao. Se exhibieron mutuamente y decidieron follar debajo de un puente. En el puente se desnudaron y, sorpresa, comenzaron a follar. Ambos eran salvajes e hicieron algunos movimientos locos. Follaron en todas las posiciones imaginables, incluidas todas las de pie. Los autos y la gente cruzaban el puente detrás de ellos, pero no les importó. Siguieron follando hasta que Potro se corrió en su boca y en su cara.