Todo empezó en AVN a principios de este año, cuando The Pope estaba a la caza de nuevas zorras a las que atormentar. Le presentan a una sexy chica alternativa que dice que le gusta sufrir. Es muy tímida y no pretende nada más que ser una "buena chica" a la que le gusta el impacto y el tormento. El tiempo pasa y ha llegado el momento de que ella le muestre lo que realmente puede soportar. Llega al set, muy tímida y retraída, pero lista para el día. Comienza de pie y sujeta en su lugar por muchas cadenas de acero y candados. Su cuerpo está encadenado con goma transparente, incluido un arnés para la cabeza que combina con el resto de sus ataduras. El tormento comienza y está muy claro que Sid no es solo alguien a quien le gusta el tormento, sino más bien una zorra del dolor en toda regla. The Pope aumenta la intensidad rápidamente, y todo lo que hace es hacerla sonreír más, en lugar de gritar. Se da cuenta de esto y comienza a buscar cualquier cosa que obtenga una respuesta de ella, y encuentra su debilidad. Los orgasmos impuestos no son algo que ella esté acostumbrada a soportar, y es obvio que los disfruta tanto como la hacen gritar. A continuación pasamos a Sid inclinada sobre una barra de acero con su culo completamente expuesto para que El Papa haga todo lo posible para que esta chica chille. Su culo es asaltado con látigos, grandes palas de madera y las enormes manos del Papa, que finalmente hacen ronronear a esta zorra. Continúa castigando su culo hasta que tiene un tono rojo muy oscuro. El vibrador se presiona firmemente contra su coño y la mazmorra se llena de gemidos de éxtasis sumiso mientras tiene un orgasmo incontrolable. Comienza la última escena boca arriba en el suelo con las piernas abiertas. El Papa comienza a aplicar una cremallera viciosa en su carne que va desde sus tetas hasta sus rodillas. Sid es muy paciente con el proceso mientras las pinzas de ropa se aplican a su carne con muy poco espacio entre ellas. A continuación, se vierte cera caliente sobre ellas para agregar más sensación a esta zorra dolorida. A continuación, el Papa trae el vibrador y la golpea con los dedos hasta que está lista para explotar, luego, en un movimiento rápido, le quita la cremallera del cuerpo para darle el orgasmo más intenso que jamás haya tenido.
