Era hora del masaje mensual de Audrey y, vaya, ¡estaba muy tensa! Esta vez tampoco era su espalda ni su cuello. Sin embargo, su masajista Dylan era un profesional y estaba seguro de llegar al FONDO. Después de buscar un rato para tratar de encontrar la tensión, Dylan pensó que podría ir más rápido si simplemente le preguntaba a Audrey. En ese momento estaba en sus piernas y ella siguió instruyéndole para que fuera más y más alto. Finalmente dio en el blanco cuando llegó a su ojo marrón. Su esposo ODIA los culos y nunca le dedicó ni un minuto. Era hora de que Dylan profundizara en la autopista Hershey más de lo que nunca había ido. El culo aterciopelado de Audrey envolvió la polla de Dylan como si estuvieran hechos el uno para el otro, y cuando la punta llegó más adentro de ella, todo el cuerpo de Audrey comenzó a hormiguear. Esta no era su parte favorita, lo creas o no, probar la semilla de Dylan con algo de entusiasmo de su culo realmente la excitó. ¡NO PODEMOS ESPERAR HASTA EL MASAJE DEL PRÓXIMO MES!
