Es hora de un masaje para la escultural Artemida. Ella espera esta cita todos los meses porque es la oportunidad perfecta para tener un tiempo a solas. El masaje de hoy comenzó como el resto, pero poco a poco Artemida comenzó a sentir cosas en sus regiones inferiores que no debería y el masaje comenzó a convertirse en algo más. Mientras la frotaba, sacó el vibrador y fue un éxito. ¡Artemida no podía esperar para chupar y follar esa polla! ¡Saltó encima y casi machaca la polla hasta el nudo! Mientras se sacudía y chupaba, recibió un chorro de loción de masaje adicional en la boca y la cara y estaba toda sonriente.