Angel Rivas se encontró con Emilio Ardana en un aparcamiento público. Ella le mostró su cuerpo, le enseñó las tetas a él y a los coches que pasaban. Querían hacer más. Así que fueron a un lugar un poco más apartado. Pero solo un poco. Aún así, de vez en cuando pasaba gente y se les quedaba mirando mientras follaban. Y follaban duro. Los ingleses dirían que la enculaban. Emilio fue directo a su culo. Le metió la polla y se la folló como a un conejo. La folló en todas las posiciones hasta que su culo se abrió como una puerta abierta. Luego le echó su semen en la boca.