Ike y su hermanastra Ana están solos en casa después de que sus padrastros se fueran en medio del día más frío del invierno. Han estado enamorados el uno del otro desde que sus padres se casaron y apenas pueden ocultárselo el uno al otro. Afortunadamente, no hay mucho que hacer en la casa con este clima, por lo que Ana se acerca rápidamente a Ike. Ya no tiene mucho sentido fingir, así que tan pronto como siente que su polla se pone más dura en sus pantalones, le sonríe y la saca. Ella comienza a chupársela luciendo linda como la mierda con su gorro de invierno, atragantándose con la polla de su hermanastro como la pequeña zorra que es, pero antes de que pueda terminar, sus padrastros regresan. Al día siguiente, Ike se cuela en su dormitorio para espiarla mientras se viste y, después de atraparlo, Ana le pide que le dé un masaje. Él acepta y, por supuesto, esto los excita a ambos, por lo que se inclina sobre la cama y le ruega a su hermanastro que la folle. Él le golpea el coño con fuerza y se siente tan bien que se corre profundamente dentro de ella. A la mañana siguiente, ella lo llama nuevamente a su habitación y toma su polla como una buena putita, gimiendo como loca sobre la gran polla de su hermanastro hasta que él pinta su linda cara con una carga de semen caliente.
