Siempre tengo suficiente gasolina en mi tanque para poder ir a buscar nuevas colas blancas. Me acerqué a Amy Quinn y le dije que soy un fotógrafo que siempre está buscando caras nuevas. Amy se lo tragó a pies juntillas mientras su novio no aparecía por ningún lado. Los ojos de Amy se quedaron mirando mi estudio y se mostró reacia a desnudarse mientras mi cámara digital entraba en acción. El único problema era que ninguna de estas imágenes podía subirse a Internet y le dije lo que quería oír siempre y cuando pudiera conseguir su primera vez frente a la cámara con mi gran polla negra. Amy nunca había tenido sexo interracial antes y fue evidente cuando tuvo problemas para envolver su pequeña boca alrededor de mi monstruo de polla negra. Le pedí que se tomara su tiempo mientras mi cámara HD grababa la primera escena de sexo interracial de Amy Quinn, ¡conmigo como su primera polla negra! Le quité el polvo del coño mientras la embestía por detrás. Cada centímetro de mi polla negra garantizaría que su novio blanco nunca más pudiera satisfacer su apetito sexual. Lo que realmente me puso en marcha fue sacar mi polla y verla bien abierta. El coño de Amy antes de tener una polla negra tenía el diámetro de una moneda de cinco centavos y ahora es tan ancho como una naranja. El pequeño cuerpo de Amy no dejaba de rebotar hacia arriba y hacia abajo y yo apretaba los dientes para no reventar antes de tiempo. Esta chica blanca nerviosa me seguía pidiendo que no subiera esto a Internet como condición previa para que siguiera follándola. Seguimos de fiesta por toda mi cama hasta que la llené como un globo aerostático. Tomé algunas fotos mientras mi esperma negro rezumaba de su coño y la sonrisa en su rostro lo decía todo. Puede que tenga un bollo en el horno, pero ese es ahora el problema de su novio que inicialmente la folló.
