Alyssa se está duchando cuando su compañero de cuarto, Freddy, la espía. Enamorado de su cuerpo apretado, Freddy no puede evitar pajearse. Alyssa lo ve y comienza a hacer un espectáculo. Él sale corriendo cuando piensa que lo van a atrapar. Ella decide llevar el espectáculo al dormitorio y, efectivamente, el acosador regresa. Ella, cachonda, lo llama y le hace saber que puede dejar de espiar y pajearse en la esquina porque sabe que está allí. Él se siente un poco avergonzado, pero ella le hace saber que con esa polla grande no hay necesidad de escabullirse, y rápidamente se la pone en la boca. Ambos han estado deseando esto durante mucho tiempo. Freddy le hace saber que, dado que han llegado tan lejos, le encantaría poder metérsela en el culo. Ella no cree que encaje, pero Freddy hace magia mientras su polla negra la estira hasta sus límites. Después de salpicarle la cara con semen, le asegura que pueden ser compañeros de habitación todo el tiempo que ella quiera.
