Alina y Jay siempre creyeron que eran hermanos. Después de todo, fueron adoptados del orfanato al mismo tiempo. ¿Quién recoge a dos bebés al azar a la vez? Seguro que Alina pensó que era extraño que ella fuera negra y Jay fuera blanco, pero como dijo una vez Michael Jackson, "la gente cambia", tal vez ellos también lo hicieron. Pero hoy su mundo se pone patas arriba cuando encuentra documentos que demuestran que no son hermanos reales. Jay está devastado al escuchar la noticia hasta que Alina le advierte de que pueden empezar a follar ahora. Son solo hermanastros. Es hora de que empiece a tocar ese coño negro. Más rápido que un vagabundo en un plato caliente, Alina se está tragando su polla y pronto está embistiendo ese dulce coño. Vaya, ese coño huérfano es bonito. ¿Por qué sus padres adoptivos no les habían dicho esto? Se habría estado tirando a Alina hace mucho tiempo.
