Alana apenas podía prestar atención a su sesión de consejería en la iglesia. Sus padres la metieron en ella con la esperanza de mantenerla virgen el mayor tiempo posible. Sin embargo, esta mierda era aburridísima, así que Alana decidió llevar las cosas a otro nivel. Mientras su consejera intentaba enseñarle la buena palabra, Alana se agachó para exponer su consolador anal. Su inocente consejera se puso inmediatamente nerviosa y no sabía qué hacer. ¡Sus ojos no podían estar expuestos a una parafernalia tan diabólica! Alana insistió en que se lo sacara, pero sus deseos más profundos le hicieron volver a meterlo y ver cómo es vivir una vida de pecado. ¡Este evangelista en ciernes nerd recibió su primera mamada y follada anal el mismo día! Ni siquiera se podría rezar por un milagro tan asombroso. ¡Incluso las oraciones de Alana se hicieron realidad! En forma de una sustancia blanca y cremosa ;).
